IDEAS PARA TENER IDEAS (Agustin Medina)

Creatividad para expresar las ideas


Cuando nos comunicarnos con alguien, ya sea a través de la palabra o de la escritura, debemos ser claros y sencillos. Creatividad no significa exceso, ni retórica, ni empleo de palabras eruditas. La creatividad debe estar en las ideas y no en la forma que utilizamos para expresarla. 


La sencillez por encima de todo.
Lo más importante de todo es que se nos entienda, y si no conocemos bien el significado de algunas palabras, es mejor no usarlas antes que hacer el ridículo pretendiendo elevar la categoría literaria de nuestros textos.


Despertar curiosidad y provocar respuestas.
Al exponer nuestras ideas, el primer objetivo que deseamos alcanzar es provocar respuestas positivas a nuestros intereses. Para conseguirlo, tenemos que despertar la curiosidad de nuestros interlocutores, predisponiéndolos a adoptar una actitud interactiva ante nuestras propuestas. Una manera de hacerlo es conectar con sus intereses, jugando con los tópicos que nos son comunes, buceando en sus recuerdos, despertando sus emociones y sus deseos ocultos, tocando la fibra de su sensibilidad, de sus esperanzas y también la de sus temores. 

A la hora de plasmar nuestras propuestas en un texto, en una presentación física, o en un medio audiovisual, y sin perder nunca de vista nuestros objetivos, debemos elaborar una estrategia de comunicación en tres fases:
 Arrastrar al principio. A través de una afirmación rotunda, una ley o máxima general, un hecho decisivo, un llamamiento a los sentimientos, una hábil insinuación, una salida irónica, humorística, sarcástica… Cualquier motivación puede ser válida si despierta la curiosidad y predispone a escuchar con atención el mensaje
Envolver en el medio. Dejar claro desde el primer momento el beneficio que el receptor de nuestro mensaje va a obtener, haciéndole una sola promesa que sea creíble. Y después envolvamos la oferta con nuestros mejores argumentos: la verdad, la lógica, la documentación y el arte. Razón y emoción al cincuenta por ciento, para no dejar ni un resquicio de duda ni en la lógica ni en los sentimientos.
Ser contundentes al final. Resumirlo todo con una conclusión lógica y una invitación a la acción. El receptor de nuestra oferta debe responder en el acto porque habrá llegado a la conclusión de que, por su propio beneficio, no debe dejar escapar la oportunidad.


Comunicar de persona a persona.
En el mundo del Marketing y la Publicidad es frecuente definir al Público Objetivo en términos sociodemográficos: «Jóvenes entre 18 y 25 años, universitarios, urbanos, de clase social media alta». Una definición como ésta puede ser adecuada para hablar con «gente», pero no es válida en absoluto para hacerlo con personas, porque a ella pueden responder igual los partidarios de un partido conservador que los militantes de la izquierda más radical. En ambos casos pueden ser la misma gente, pero con toda seguridad serán diferentes personas

Comentarios